IV IV Niños y olor a niños ateridos Con banco de madera desgastada Cosechas de alegría demorada Por los caminos de los tiempos idos. Los ojos negros y las manos puras Como un manojo prístino de historias En el alma los llevo con memorias Que son blancas estampas de premura. “¡Idos una vez más al toque grave De la campana azul del mediodía!” Llevan para el hogar lo que no saben Con la mal aprendida ortografía. La libertad devuelta de las aves Y un cuadernito lleno de poesía. M R Meléndez Comparte esto:TwitterFacebookMe gusta Cargando...
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