Permanencia Permanencia Los tordos duermen en los eucaliptos Del boulevard añoso de mi pueblo, Frente a las viejas casas, la parroquia Y el jardín olvidado del colegio. Por la mañana, cuando todos duermen Abren sus alas negras uno a uno, Y en una bocanada silenciosa Remontan hacia el cielo todos juntos. La mañana se queda entre las frondas, Los niños blancos llegan con sus libros. El carbonero asoma, y bicicletas Surcan los veredones de ladrillos. Ellos, ausentes pero permanentes En el perfume de los eucaliptos, Por la gloria del aire azulceleste Andan los campos y los labrantíos. El día pasa con su dulce carga Igual que ayer, mellizo del mañana. La costumbre de amar, los despropósitos, El vil comercio, la menuda gracia. Y cuando el cénit sonrosado y laxo Vuelve y envuelve el pueblo bendecido, Ellos regresan a las buenas ramas Como abnegados campesinos. María Rosa Meléndez Comparte esto:TwitterFacebookMe gusta Cargando...
Debe estar conectado para enviar un comentario.