De los gobiernos almamulas

De los gobiernos almamulas

Cuenta la leyenda de personas que, habiendo practicado el incesto, se convierten en chanchos o lobos que en las noches salen a rondar por el pueblo, arrastrando horrorosas cadenas. Se los llama “almamulas” y están condenados definitivamente. Ocurre un caso similar en la política. Quiero decir, también existen los gobiernos “almamulas”. Técnicamente se lo llama “nepotismo”.

Recordemos: se llama nepotismo a “la preferencia que tienen algunos gobernantes o funcionarios públicos para dar empleos públicos a familiares o amigos sin tomar en cuenta la competencia de los mismos para la labor, sino su lealtad o alianza. Según Manuel Ossorio: “Desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las gracias o empleos públicos”. En países donde se practica la meritocracia (en su concepción de darwinismo social) su uso es generalmente negativo y se considera corrupción. (Fuente: Wikipedia).

Así pasa en mi pueblo. No sé en el suyo. El papá, la hija, la hermana, el cuñado…Todo queda en familia. Luego se extiende a otras instituciones y pronto a los negocios y es allí donde mejor aprovecha. El pueblo, es decir, el convidado de piedra, queda mirando cómo crecen los campos y las propiedades de la familia.

El peor anuncio que puede hacer un gobernante es que elije como sucesor a un familiar. Está diciendo a los gritos que tiene cosas que esconder o negocios que continuar. No aceptar la posibilidad de ser controlado; no discernir candidatos que en su vida cívica hayan dado muestras de probidad y capacidad es una muestra de la debilidad de nuestra democracia. Más aún, es una muestra de cómo se ha naturalizado la corrupción entre nosotros.

María Rosa Meléndez

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